Sueños sin Vista, pero llenos de Vida
Leer, soñar y sentir desde otros sentidos
El VI Salón del Libro Infantil y Juvenil de Salamanca, bajo el lema «Leernos da sueños», nos propone una reflexión profunda y necesaria: ¿cómo sueñan las personas ciegas? ¿Qué papel juega la lectura cuando la vista no está presente? A través de esta conversación, exploramos la importancia del Braille, de la empatía y del acceso universal a la cultura.
— El Salón de la LIJ nos invita este año a hablar de sueños. ¿Qué significa soñar para una persona ciega?
Soñar, para una persona ciega, no es la ausencia de imágenes, sino la presencia de muchos otros paisajes. Paisajes construidos a partir de sonidos, aromas, texturas y emociones. El rumor del mar, el viento en la piel, el olor del café o el ronroneo de un gato pueden convertirse en escenarios completos. Los sueños no dependen de la vista, sino del corazón y de la mente.
— El texto invita a cerrar los ojos por un instante. ¿Qué se busca con este ejercicio?
Cerrar los ojos es una forma sencilla de acercarnos, aunque sea por un momento, a otra manera de percibir el mundo. Al hacerlo, dejamos de mirar y empezamos a sentir. Es un ejercicio de empatía que nos ayuda a comprender que la experiencia de soñar y de imaginar no se limita a lo visual, y que existen muchas formas válidas y ricas de construir realidad.
— ¿Qué nos enseña la ceguera, ya sea congénita o adquirida, sobre la imaginación y el cerebro?
Nos enseña algo muy poderoso: la enorme plasticidad del cerebro humano. La capacidad de adaptarse, de reorganizarse y de crear sin límites. Cada sueño es una prueba de que la imaginación no entiende de barreras físicas y de que la diversidad sensorial es una riqueza, no una carencia.
— En este contexto, el Braille ocupa un lugar central. ¿Por qué es tan importante?
Porque el Braille no es solo un sistema de lectura. Es una herramienta de autonomía, de libertad y de dignidad. Permite acceder a la educación, a la cultura y a la información en igualdad de condiciones. Aprender Braille requiere esfuerzo y constancia, pero también abre puertas y empodera. Es un símbolo claro de inclusión social.
— ¿Qué papel juega la lectura en la vida de las personas ciegas?
La lectura sigue siendo una forma de soñar, de viajar y de conocer otros mundos. Leer es imaginar futuros, descubrir historias y sentirse parte de la cultura compartida. Para las personas ciegas, acceder a la lectura es también acceder a un derecho fundamental.
— ¿Qué mensaje lanza esta reflexión al conjunto de la sociedad?
Que la empatía es esencial. Que debemos valorar la riqueza de los sentidos y entender que no todas las personas perciben el mundo de la misma manera. Y, sobre todo, que soñar y leer son derechos universales. La cultura y la educación solo son verdaderamente completas cuando son accesibles para todas las personas.
— Si tuvieras que resumirlo en una idea final…
Que soñar es un derecho universal. Y leer, también. Incluso —y especialmente— cuando se hace con los ojos del corazón.
Quizá no todas las bibliotecas tengan silencio. Algunas están llenas de voces, miradas y emociones.
En Garrido, esas voces se convierten en libros abiertos que nos enseñan que soñar también es convivir, y que la lectura —cuando se hace humana— puede ser el primer paso para una sociedad más justa y consciente.