Cuando las personas se convierten en libros: leer para entender, soñar para convivir

La Biblioteca Humana transforma historias de vida en puentes de diálogo en el barrio de Garrido, dentro del VI Salón de la LIJ de Salamanca.

 

En esta biblioteca especial no hay estanterías llenas de libros, sino personas. Personas que se convierten en “libros humanos” y que, durante un tiempo, se ofrecen a ser leídas a través de su experiencia vital. El objetivo es claro y profundamente necesario: crear un espacio seguro de convivencia donde se rompan estereotipos, especialmente aquellos relacionados con la discapacidad y la multiculturalidad.

Biblioteca humana - VI Salon LIJ de Salamanca 

El proyecto nace hace más de tres años en Garrido, uno de los barrios de Salamanca con mayor presencia de personas migrantes, y surge del trabajo conjunto de La Inclusiva (ASPRODES), Salamanca Acoge y ACCEM. Desde entonces, la Biblioteca Humana no ha dejado de crecer, tanto en espacios como en voces. Institutos, colegios, bibliotecas, actividades en la calle, eventos sociales e incluso el Centro Penitenciario de Topas han acogido estas sesiones, demostrando que escuchar al otro es una herramienta poderosa de transformación social.

En el marco del Salón de la LIJ, la experiencia reunió a unas 33 personas lectoras, procedentes de la Facultad de Educación y del Instituto de Enseñanzas Aplicadas. Cada sesión se adapta al público: la forma de narrar cambia, pero el mensaje permanece. Porque no se trata solo de contar una historia, sino de conectar, de generar empatía y de abrir preguntas.

La relación entre esta propuesta y la lectura es tan directa como profunda. Igual que un libro nos permite viajar a otros mundos, la Biblioteca Humana nos invita a viajar sin movernos de la silla. A conocer realidades que, muchas veces, permanecen invisibles. A descubrir logros, dificultades y sueños narrados en primera persona, sin filtros.

Una de las frases que más se repite tras cada sesión resume perfectamente la experiencia:

“Es como viajar sin salir de la sala.”

Otra lectora lo expresaba así:

“Está muy bien ponerse en la piel de otras personas; vivimos demasiado en nuestro propio mundo.”

Y es ahí donde la Biblioteca Humana conecta de lleno con el espíritu del VI Salón de la LIJ, cuyo lema es «LEER nos da sueños», y con el ciclo de actividades específicas «Tengo derecho a soñar». Porque soñar no siempre significa imaginar un futuro lejano: a veces es simplemente atreverse a mirar al otro con curiosidad y respeto, y entender que todas las personas tienen una historia que merece ser escuchada.

La Biblioteca Humana nos recuerda que la cultura y la educación son herramientas de cohesión, especialmente en contextos sociales diversos. Que leer no es solo descifrar palabras, sino dialogar, comprender y construir comunidad. Y que, cuando escuchamos de verdad, algo cambia: en quien cuenta su historia, y en quien se deja tocar por ella.

Quizá no todas las bibliotecas tengan silencio. Algunas están llenas de voces, miradas y emociones.
En Garrido, esas voces se convierten en libros abiertos que nos enseñan que soñar también es convivir, y que la lectura —cuando se hace humana— puede ser el primer paso para una sociedad más justa y consciente.

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